Este pintor español, que en su principio estuvo cerca de los fauves [1], en París el año 1940, se convierte en uno de los exponentes más importantes del Surrealismo. Argan dice de este mismo que; revelando el inconsciente, reconoce que el arte ha dejado de tener una función social, a menos que su función no consista en liberar al individuo y a la sociedad de la represión de la razón.
Joan Miró, evita cargar de simbolismos a sus pinturas, ya que esto presupone una justificación, y la justificación es censura, y la pintura de Miró se caracteriza por la ausencia total de censuras. Se maneja en el plano de lo lúdico y de lo biológico; ovarios, estrellas, espermatozoides, planetas... el constante latido de la vida se expresa en la obra de Miró.
La exposición; Miró:Tierra, organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, estará abierta al público hasta el 14 de septiembre.
Esta retrospectiva ofrece un recorrido inédito sobre la obra de Miró, testificándolo como pintor de lo terrenal, de la materia dura y compacta, y de las realidades de la vida, que se reafirma asentando los pies y la sangre sobre el suelo. Es una exposición que no opone perspectivas, sino que atiende a modelos bipolares de Miró, presentando la otra cara de su moneda, una cara –si no oculta– generalmente desatendida.
[1] Movimiento artístico expresionista, cuya característica principal es el manejo de colores fuertes fundamentalmente
fuentes:
- ARGAN, Giulio Carlo, El arte moderno del Iluminismo a los movimientos contemporáneos, La época del funcionalismo, Ediciones Akal, Arte y Estética 27, Madrid, 1998, (1991), p. 419, 420
