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Práctica estudiantil

El trabajo de investigación que el estudiante debe realizar consiste en:

Identificar el proceso de instauración del modelo reticular en la ciudad hispanoamericana del Virreinato, determinando cuales son sus antecedentes, procesos correspondientes y ejemplos destacados.

[Formato de presentación; hoja carta, Arial 12, interlineado 1.5]

A continuación se proporcionarán enlaces de consulta como fuentes para realizar el trabajo:


- Diccionario o enciclopedia,  click aquí

 Normativa empleada en el Virreinato para la fundación de ciudades: 

Consulta las Leyes de Indias en el siguiente enlace

- Para acceder a un artículo especializado sobre el tema, click aquí 
- Imágenes de apoyo



Plano de Jaca


Plano Sante Fé de Granada


Representación ideal del Cusco incaico según un dibujante español. El ordenamiento espacial de la ciudad incaica aparece a un extremo de regularidad según el
ideal europeo del Renacimiento

Plano de Luján (Sucre)


San Ignacio Miní


Trazas regulares de América


- Conferencias y documentales







Arquitectura Hispanoamericana Virreinal


  • Resumen
La presente ponencia expondrá de manera general los momentos y ejemplos más resaltantes de la arquitectura virreinal en América del los siglos XVI, XVII y XVIII.

  • Introducción
América, con sus múltiples facetas y culturas milenarias, ha ofrecido un escenario para la realización de diversas manifestaciones arquitectónicas de connotaciones variables a partir de la conquista. Si bien lo heredado refleja la impronta de una España dominante, las distintas regiones  han aportado con resistencia o no hacia la transculturación, la cual por otra parte ya trae consigo siglos de haberse alimentado de las culturas que han dominado la península desde la misma Antigüedad. El resultado entonces conlleva un enorme sincretismo de una gran parte de los pueblos que han protagonizado la historia de la humanidad, respondiendo según sus condiciones a los nuevos programas americanos.
Para el estudio de la arquitectura bajo la dominación hispánica, Juan Torrejón Chaves indica que el periodo virreinal, abarca desde las primeras obras de los conquistadores de este siglo hasta la introducción de la estética del clasicismo dieciochesco[1], dividiéndose en dos etapas: la primera corresponde al conjunto arquitectónico de transición directa de lo ya experimentado en España hasta ese momento (siglo XVI), y la segunda está referida a programas arquitectónicos donde la presencia indígena transforma lo europeo y viceversa; el mestizaje (siglos XVII y XVIII).

  • Contenido
Arquitectura hispanoamericana del siglo XVI

Dentro de este siglo mencionamos algunos ejemplos paradigmáticos en las distintas regiones no pertenecientes a la América Nuclear[2] como ser: Caribe; la Catedral de Santo Domingo, La casa de Diego Colón, el hospital de San Nicolás de Bari (ya desaparecido casi en su totalidad), Nueva Granada; Catedral de Tunja, Quito; Conventos de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín y La Merced.

Estas zonas con sus correspondientes ejemplos citados, se caracterizan por una debilidad cultural precolombina, lo que lleva a que la incursión de lo “español” se realice de tal manera como si se tratara simplemente de una extensión plana de la península ibérica, sin que el aborigen americano ponga resistencia alguna; como si se tratara de la España que creció en extensión sin obstáculos ideológicos, sencillamente dividida por un gran océano, el Atlántico.

Algunos de los elementos estilísticos pertenecen todavía al gótico, como ser los techos nervados de algunas catedrales; la de Santo Domingo expone aquello claramente. Lo renacentista se vislumbra en varios aspectos. El más resaltante es aquel que comprende el uso de los espacios que anteceden los templos religiosos; los llamados atrios y que en América cobran un programa mucho más pragmático que en sus referentes europeos, pues sirvieron útilmente a la catequización en masa de los indígenas a lo largo de toda la América española. Las influencias mudéjares y platerescas, son tan presentes en sus artesonados y medallones respectivamente, que son parte de  la unidad arquitectónica propia del virreinato de los primeros años.


De los ejemplos citados resaltamos algunos de ellos: La casa de Diego Colón o la del Almirante, con su arquitectura castellana, proyectada en dos plantas y con doble corredor en la fachada principal.





Casa de Diego Colón en Santo Domingo


El hospital San Nicolás de Bari, representa el ejemplo inicial de una larga tradición arquitectónica hospitalaria en el nuevo continente.

Los ejemplos de Nueva Granada, se caracterizan por la austeridad y modestia en su factura. Esto se debe a que se trataba de una zona marginal del imperio incaico, donde la modestia y austeridad se hacen presentes para controlar los excesos ocurridos en Nueva España (las grandes catedrales mexicanas).

En Quito, el convento de San Francisco se constituye en el ejemplo paradigmático del renacimiento en el nuevo continente, con su enorme atrio – plaza que le antecede y el cual es muy espacioso. Sigue estilísticamente al renacimiento italiano.

El segundo periodo del siglo XVI no recibe de manera sumisa y plana la cultura foránea, en cambio aporta con programas que no siguen a pie de puntillas la tradición arquitectónica española ya que son emplazados en zonas de larga y milenaria cultura, lo que llamamos la América Nuclear, que en su momento fueron muy progresistas y por lo tanto los requerimientos sociales resultan ser diferentes. Tal es el caso de las regiones mesoamericanas y sudamericanas, por lo que Nueva España y los Andes Centrales son los escenarios de dichas novedades espaciales.

Lo resaltante de lo acontecido en Nueva España se concentra en los prototipos de conjuntos conventuales y posteriormente las catedrales mexicanas.


Son tres las órdenes que establecieron la construcción de conventos-fortalezas (que como su nombre indica, tenían aspecto de ser espacios fortificados como lo eran los medievales): franciscanos, dominicos y agustinos. La tipología de estos se describe de la siguiente manera: conjuntos amurallados con un gran atrio anterior que antecede al templo, claustro y capilla abierta, el cual está flanqueado en las cuatro esquinas con capillas posas.


Esquema de la planta de un Convento – Fortaleza mexicano,  Siglo XVI

 La capilla abierta del conjunto conventual, se establece como un espacio al aire libre muy representativo de la Nueva España del siglo XVI, la cual servía para impartir la catequización de los indígenas y se ubicaba al lado de la fachada principal del templo. Ejemplos resaltantes son los conventos-fortaleza de Yuríria, Actopan, Coixtlahuaca, Acolman, Cuilapán, Huejotzingo, Actopan,  etc.



Video; capilla abierta

Las catedrales surgen a raíz de la expansión social, por lo que el templo metropolitano se ajusta a los programas urbanos que empiezan a surgir en toda la América hispana. El modelo que tienen como referente es el de la catedral de Jaén en España y su tipología responde a espacios formados por una nave central y laterales, antecedidas por un atrio amplio y la fachada se compone por un ingreso principal con dos torres a sus extremos.  Resaltan las de México, Puebla, Mérida y Pátzcuaro.

Esta última no llego a concretarse en su totalidad. Se trata de un proyecto sin precedentes que está formado por varias naves que forman una planta pentagonal de tipo central. Su concreción fue abandonada cuarenta años después del inicio de su construcción, quedando solamente una nave como testimonio del ambicioso proyecto.




Planta del proyecto de la catedral de Pátzcuaro 

[Para conocer más de la arquitectura novohispana del s. XVI, haz click aquí]

Hacia el sur de América, en los Andes Centrales, la incursión de las artes y la arquitectura propiamente dicha, se ha visto obstaculizada por las guerras fratricidas entre vicuñas y vascongados, por lo que los estilos europeos del momento como ser el manierismo, se vio interrumpido.

Cuzco y Lima son las sedes para las llamadas iglesias-salón, cuyas naves tanto central y laterales tienen la misma altura. Sus catedrales son muy similares entre ellas y responden a este esquema de iglesia, de planta rectangular y cabecera plana.

Otros ejemplos resaltantes de este lado del continente son el convento de Santo Domingo en Cuzco (levantado sobre el prehispánico Coricancha) y los conjuntos ceremoniales con atrios y posas de Callapa, Manquiri, Cocharcas, Jesús de Machaca y Copacabana en Bolivia.


Arquitectura hispanoamericana del siglo XVII y XVIII

Durante estos siglos, el paradigma colonial ha conseguido amigar tanto las estéticas indígenas como las europeas, dándose lugar al sincretismo que se ha servido según sus necesidades, de la estética barroca llegada de Europa. A propósito del Barroco, Henrich Wölfflin lo caracteriza con cinco rasgos: búsqueda del movimiento real, por el hecho de que se construyan edificaciones con paredes onduladas, intento de sugerir el infinito (espejos de agua de Versalles), importancia de la luz y de sus efectos, gusto por la teatralidad, por lo escenográfico y fastuoso,  tendencia a mezclar las disciplinas artísticas.[3]

Es evidente que esta caracterización corresponde en parte a un barroco europeo, el cual cabe agregar se distingue por la espacialidad dinámica de la planta circular, la cual hace posible la integración participativa e imparcial de los feligreses por tratarse del “estilo” de la Contrarreforma.

El barroco en América va a pasar por alto el concepto integrador social, ya que no es de su interés propiciar la igualdad. Lo que le interesa es catequizar en masa y para ello se servirá de lo teatral que genera y provoca la estética barroca.

Las características formales del barroco hispanoamericano serian entonces: decoración sobrecargada, policromía, formas poligonales y mixtilíneas (en fachada), uso primario de torres y cúpulas. La arquitectura andaluza marcará un gran referente  en el uso de las decoraciones en yesería, herencia musulmana. Las torres se elevarán de manera poligonal.

En México volvemos a mencionar el trabajo de las catedrales mexicanas como la de la ciudad de México y Puebla, ya que estas mismas no fueron concluidas en el siglo pasado; distintas intervenciones y remodelaciones durante los siglos XVII y XVIII,  inclusive entrado el siglo XIX,  se sucedieron generando el producto final de hoy en día, pero cuyo inicio se remonta al siglo XVI. En la de México por ejemplo, citamos a las portadas manieristas y con relieves barrocos como un ejemplo de este momento de mestizaje, sin olvidar que su construcción ya data del siglo pasado y que sustituyo un templo anterior que fue demolido cuando ya existía el nuevo. Otro ejemplo a destacar es la catedral de Morelia, de grandes dimensiones, cuya fachada y altas torres datan del siglo XVIII.


 


Video; Barroco en Nueva España


 El barroco de los Andes, el barroco mestizo, va a conjugar los aportes formales del barroco europeo con la personalidad indígena que gusta por lo exótico y formas redundantes. En Quito se encuentra uno de los ejemplos más sobresalientes del barroco mestizo; la iglesia de la Compañía, tallada en ladrillo, revestida de madera y con la tendencia mudéjar muy presente en su interior.  Encuentra su referente en la iglesia italiana y jesuita de Il Gesú.

En Lima encontramos al convento de San Francisco y la extraordinaria iglesia de lo Huérfanos, que resulta ser una excepción por su planta elíptica. El colegio de San Tomas se hace presente con su singular tipología manierista  de patio circular, que nos recuerda al palacio de Carlos V en La Alhambra de Granada.

Cuzco tiene los ejemplos siguientes;  convento de La Merced y la iglesia de La Compañía; arquitectura de proporciones cuadradas y ricas portadas. Esta ciudad experimentó una actividad artística importante entre los siglos XVII y XVIII, promovida por el obispo Manuel Mollinedo y Angulo.

La Plata, hoy Sucre, ha sido protagonista de la realización arquitectónica del siglo XVII en Bolivia, destacándose el complicado proceso de su catedral Metropolitana. Cabe destacar que lo mestizo en esta ciudad no es muy común en cuestiones arquitectónicas, al contrario de lo sucedido en Potosí con su ejemplo más póstumo: la iglesia de San Lorenzo y su rica iconografía de la fachada, así como también la torre de La Compañía, construidas en el siglo XVIII, el siglo protagónico de la Villa Imperial. Espadañas y torres se constituyen en elementos de remate empleados en estas ciudades.  San Francisco en la ciudad de La Paz es otra iglesia a la que hay que mencionar dentro del conjunto arquitectónico de uno de los aportes más significativos de la arquitectura hispanoamericana virreinal: el barroco mestizo.

  • Conclusiones
Entrado el siglo XIX con los procesos independistas, el complejo panorama colonial que había logrado aunar hasta cierto punto las culturas autóctonas y foráneas, quedará relegado por la incursión de la estética del neoclásico y el romanticismo, creando diferencias más hondas entre las elites y las masas indígenas quienes se identificarán plenamente con un barroco andino que paradójicamente fue construido  por el indígena y el español. La vuelta a las formas clásicas será sinónimo del nuevo horizonte que ha vislumbrado el  Iluminismo; un horizonte de saber y elegancia. Existe cierta tendencia a condenar el mundo virreinal  por su crueldad de sometimiento, pero al revisar con profundidad todos los matices, podemos reconocer que a su manera el mundo colonial no ha rechazado ni aniquilado las estéticas indígenas, las ha incorporado y reinventado a partir de lo “nuevo”  no tan nuevo, llegado del viejo mundo.

Para concluir mencionamos puntalmente los referentes arquitectónicos en los que se han basado los hechos arquitectónicos expuestos en América, a manera de rendir un homenaje a nuestras raíces que no son solo americanas, son también europeas: catedral de Jaén,  catedral de Granada y la iglesia jesuita de Il Gesú en Roma.


  • Algunos enlaces de interés






  • Bibliografía y Referencias

- GARCÍA MELERO, José Enrique (comp). (1992). Influencias artísticas entre España y América. Madrid: Editorial MAPFRE
- ALONSO PEREIRA, José Ramón. (2009). Introducción a la historia de la Arquitectura. Barcelona: Reverté.
- DE MESA José y GISBERT Teresa. (2002). Monumentos de Bolivia. La Paz: Editorial Gisbert
- FALCON MARQUEZ Teodoro. (1988). La iglesia Santa María la Blanca. Recuperado el 20 de agosto de 2014 en http://institucional.us.es/revistas/arte/01/07%20falcon.pdf
- Catedral de Jaén. La construcción de la catedral. Recuperado el 10 de agosto de 2014 en http://catedraldejaen.org/000001987210f0531/index.php
- Catedral de Valladolid. Historia de la Catedral. Recuperado el 10 de agosto de 2014 en http://www.catedral-valladolid.com/
- Catedral de Granada. Historia de la Catedral La construcción de la catedral. Recuperado el 10 de agosto de 2014 en http://www.catedraldegranada.com/index.php/historia-de-la-catedral
- Convento de la Encarnación. Recuperado el 10 de agosto de 2014 en http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/monumentos/747.htm
- Cádizpedia. Catedral de Cádiz Recuperado el 19 de agosto de 2014 en http://cadizpedia.wikanda.es/wiki/Catedral_de_C%C3%A1diz


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[1] García Melero, José Enrique y otros; “Influencias artísticas entre España y América”, Arquitectura virreinal, Editorial MAPFRE, Colección 1492, Madrid, 1992. p.107
[2] Entendiendo por “América Nuclear” a aquellas zonas de características culturales similares y cuyas civilizaciones son propias y milenarias: Mesoamérica y los Andes Centrales
[3] Wölfflin, Henrich, Renacimiento y Barroco, Paídos, Barcelona, (1968) 2009

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